Desafío: Crecer para Abajo

Rafael Loret de Mola
Por Rafael Loret de Mola

  • Castillo de Naipes
  • Crecer para Abajo
  • Salida Vergonzosa

Acaso el funcionario que mejor refleja la conducta y las líneas de la administración peñista, en devaluación permanente como nuestro pobre peso, es Alfredo Castillo Cervantes, actual director de la Comisión Nacional del Deporte y quien atesoró bajo las influencias del mandatario federal un currículo tan amplio como su incapacidad para ejercer como funcionario público; es tan gris que en ninguna de sus encomiendas, pese a la protección presidencial, ha rendido cuentas siquiera regulares. Es un fracaso andante, como su guía y patrón, puesto de nuevo en el escaparate durante los Juegos Olímpicos de Río por las evidentes –como siempre-, carencias de nuestra delegación más allá de los resultados obtenidos.

Ni siquiera ha sido capaz de estar pendiente de los requerimientos básicos de los atletas, uniformes completos y trajes de baño adecuados para nadadores y clavadistas, quienes se vieron forzados a competir sin más aliento que el propio y el consiguiente amor a su bandera. ¡Lo que han debido pasar todos ellos! La pretendida “excelencia”, por la cual las figuras de elite son merecedoras de una beca económica bastante ramplona, no ha sido sino una panacea y, por desgracia, ello se ha demostrado en Brasil en donde los rendimientos han estado muy por debajo de las propias marcas con las que se registraron. Una vergüenza.

La pregunta que surge, de manera natural, es qué hace un abogado, supuestamente especializado en asuntos penales, metiéndose en asuntos deportivos cuyas expectativas lo rebasan. Por eso mismo consulté su historial y me percaté que su experiencia en el servicio público apenas se remonta al sexenio foxista cuando sirvió al amparo del procurador general, Rafael Macedo de la Concha, un desobligado más atento a sus edecanes que a las conflictivas del país; quizá por esta negligencia algunos de los asuntos más sonados crecieron hasta estallar durante el sexenio posterior, el de la violencia.

Sin duda, peña nieto fue su gran salvavidas. Como Castillo había servido en la Agencia Federal de Investigación (AFI), con escasas luces, y se desempeñaba en la línea media de acuerdo a sus influencias, el entonces gobernador del Estado de México, en 2010, le designó procurador del estado tras el sonado fracaso de Alberto Bazbaz Sacal, hoy al frente de la Unidad de Inteligencia Financiera, por el caso Paulette –Gebara Farah-, la pequeña que fue encontrada al pie de su cama luego de haberla buscada, según dijeron, hasta debajo de las piedras y con perros rastreadores también. La procuración de justicia en esta entidad cayó por los suelos sin que con ello se afectara gran cosa –curiosamente- las simpatías en pro del señor peña a quien se protegió desde la plataforma de lanzamientos presidenciales.

Pues bien, Castillo fue una especie de “bombero” para disipar los fuegos artificiales que dejó encendidos su predecesor en medio de los escándalos. Pasó desapercibido si bien tampoco fue capaz de enfrentar y resolver los conflictos derivados de la represión, en San Salvador Atenco sobre todo, ni dio seguimiento al misterioso desenlace sobre Paulette, muerta asfixiada, mientras su madre concedía entrevistas en el lecho de la pequeña cuyo cadáver, según la estúpida versión oficial, estaba debajo del mismo.

Castillo, por supuesto, “tapó” el incidente aplicando la “medicina del tiempo” para utilizar la amnesia colectiva como blindaje si bien algunos todavía recuerdan el ridículo incidente y, pese a ello, votaron por peña para que le fuera impuesta –el término es correcto- la banda presidencial. Yo no sé cómo se logró hipnotizar a tantos millones de sufragantes aun cuando, desde luego, sí se dieron a conocer algunos caminos deleznables como el de los famosos monederos de MONEX y las despensas de Soriana. Insisto: ¿por qué no dejan –yo ya lo hice- de comprar en estos almacenes de la ignominia, en buena parte origen de las desgracias actuales por su actitud cómplice?

El caso es que el señor Castillo llegó con peña a su cuadro de colaboradores como subprocurador de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo de la PGR. Y nada hizo que fuera destacado mientras la violencia y el crimen organizado crecían sin parar, tanto que en Michoacán aparecieron con febril actitud los llamados “autodefensas” con el médico José Manuel Mireles Valverde, quien sigue recluido por el delito de ejercer su dignidad y proteger a los suyos como no han sido capaces de hacerlo las fuerzas federales.

Fue entonces cuando Castillo fue enviado como “comisionado para el desarrollo y la seguridad pública” de la entidad mencionada con el propósito de someter, no a los delincuentes sino a quienes se defendían de ellos; esto es, dejó hacer a los cárteles mientras perseguía a cuantos peleaban por proteger a sus comunidades. El infortunio del personaje lo marcó una supuesta enfermedad que le impedía actuar con la celeridad requerida. Una farsa para volver a cobijarlo dentro de la infraestructura política de Los Pinos en donde todo es posible. Y fue así como llegó a la CONADE, sin haber sido atleta –no se le conoce siquiera si hace ejercicios por la mañana-, ni tener idea de quienes debían ser impulsados para las competencias internacionales. Un cargo más cuyas consecuencias estallaron, como cohetones de salva, en Río de Janeiro.

Dijéramos que Castillo es el sello de un régimen tramposo así como emilio gamboa representa todavía a las administraciones de miguel de la madrid, de quien fue muy íntimo secretario privado, y carlos salinas quien se encargó de construirle un currículo inaceptable en términos de mera lógica: fue director de la Lotería, de Infonavit, del Seguro Social, de Fonatur hasta aterrizar después en la subsecretaría de Gobernación como asidero contra el efecto zedillo que no le era muy favorable. Pero se fue quedando y luego se constituyó en legislador permanente saltando del Senado a la Cámara baja y de ésta de nuevo a la Alta. Un caso de antología.

De acuerdo a lo anterior, el señor gamboa, viudo desde hace nueve días, debe ser visto como un superdotado y así lo creyó el ex presidente echeverría quien intervino para darle un aval inútil con miras a substituir al sacrificado Colosio luego del magnicidio. Sin pérdida de tiempo ni el menor decoro; por fortuna, el señor salinas lo conocía bien y optó por el soberbio zedillo para el reemplazo sobre la sangre política derramada.

Así que si gamboa es espejo de quienes anclaron al país ofertándolo a los postores del exterior, Castillo es el reflejo de un régimen superficial en donde los afectos muy personales se imponen a los criterios selectivos. No se trata de meras complicidades sino de contubernios muy vergonzosos por los cuales se extienden las redes de la corrupción como nunca antes. Además, Castillo es observado, sin duda, en su condición de eterno recomendado y sin las ambiciones de gamboa, por cierto. Se deja llevar y escasamente da la cara.

No sé, francamente, cuáles fueron los criterios para impulsar y sostener a este elemento tan gris y rebasado; no tiene las características de un político ladino ni la presencia de ánimo para desempeñar las tareas a él asignadas. Es un desastre, para decirlo sin eufemismos, dispuesto a hincar las rodillas ante su jefe pero sin levantarse de la humillante postura. ¿Qué hace en la CONADE? ¿Aplaudir el fracaso de los atletas mexicanos, una vez más? ¿Estamos condenados a ser, cada cuatro años, la numerosa delegación de mediocres incapaces de otear la victoria porque es muy difícil alcanzarla? Deberían retratarse en la joven judista de Kosovo cuya fortaleza ha conmovido al mundo con la presea dorada pendiente de su cuello.

Siquiera que los saldos de los Juegos de Río nos permitan atestiguar la salida de Castillo. ¿A dónde irá? Podría convertirse en Secretario de Marina, inventándole algún antecedente marinero, para dragar los lagos de Chapultepec y así evitar que se hunda en ellos el principal huésped de la casona aledaña.

Debate

Ni quien se salve. Los malos agoreros de la Secretaría de Hacienda y el Banco de México ya anunciaron que el próximo año será muy malo para los mexicanos; un panorama “adverso”, alegan, con mayor inflación y fluctuaciones en los tipos de cambio continuadas… pero siempre a la baja. Esto es: el dólar podría costar arriba de los 23 pesos y no se diga si lo observamos ante el euro cuya resistencia es notoria a pesar de las crisis respecto a la salida de Gran Bretaña –si bien este país nunca entró a la zona “euro” por proteger a la libre, más fuerte aún pero por escaso margen-, y los quebrantos de la ingobernable España, a un paso de la ruptura como anuncié desde 2009, amén de Turquía, bajo los efectos de un fallido golpe de Estado, y Grecia.

Nos hablan de un “crecimiento” económico entre el 2.2 y el 3.2 por ciento. Por lo general estas estimaciones bajan mucho más de lo calculado; hace años que así es bajo la falaz argumentación de que los vientos de fuera nos afectan como si fueran huracanes cada vez y volvieran a arrasar cuanto encuentran a su paso, sobre todo los dólares de las reservas del Banco de México ahora también a la baja luego de haber dejado en el camino, en unos cuantos meses, veinte mil millones de dólares, mismos que permitieron la especulación de los nuevos pillastres de España y los Estados Unidos.

No hay refugio posible ni nada podemos hacer para mejorar nuestras condiciones laborales y los satisfactores indispensables. Estamos al arbitrio de los “sabios” economistas oficiales incapaces del menor pensamiento social. Para colmo, mucho nos tememos que, de continuar las cosas con la misma tendencia, pronto deberemos enfrentarnos a la posibilidad de un “crecimiento negativo” –porque a los economistas no es gusta hablar de decrecimiento-, ante la ausencia de productividad y de medidas para resolver los desafíos financieros.

No hay gobierno y, claro, las finanzas están al aire.

La Anécdota

¿Lo han notado? Cada que se observa un movimiento social circundando las sedes del Ejecutivo, el señor peña nieto se inventa cualquier cosa para salir en helicóptero de la residencia oficial. Así fue el pasado martes 9 cuando diversas organizaciones campesinas llenaron el Zócalo con sus justas protestas. ¿Dirán de ellos que solo eran, también, puros alborotadores? Sólo eso nos falta.

El caso es que peña se fue a su blindado Estado de México para asegurar que los derechos indígenas “no deben ser letra muerta”. Pero lo son y, ante esto, qué hará. ¿Volar en helicóptero hacia el desierto de Altar en Sonora para jugar a supera dunas?

Los disfraces de peña van de acuerdo a la indumentaria de la hipocresía carnavalesca.
Quieren que nos desfoguemos sin abrir las bocas mientras en el gobierno quien no estrena casa es poco más que un retrasado.
Así se gobierna a México

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